martes, 24 de julio de 2007

Feliz día :-)


Preguntaron a una madre cuál era el secreto para obtener que sus hijos fueran tan amados por los demás, y ella respondió:

"Mi primera lección es enseñarles a sonreír".Y resumía así los consejos que ella da a sus hijos: sonríe, sonríe, hasta que notes que tu continua seriedad o tu severidad habitual hayan desaparecido... Sonríe, hasta que logres que el calor de tu rostro alegre, caliente tu corazón que tiende a ser frío.

Recuerda que tu sonrisa tiene un trabajo que hacer: ganar amigos para ti, y almas para Dios. Puedes ser apóstol con sólo sonreír. Sonríe a los rostros solitarios. Sonríe a los rostros enfermos. Sonríe a los rostros arrugados de los ancianos. Sonríe a los rostros sucios de los pordioseros. Deja que en tu familia todos gocen de la belleza y de la inspiración que provienen de tu rostro sonriente.

Cuenta, si tú quieres, el número de sonrisas que la tuya haya despertado en otros durante el día. Ese número representa cuántas veces tú has fomentado la felicidad, la alegría, el ánimo y la confianza en otros corazones. La influencia de la sonrisa se extenderá hasta donde tú ni siquiera alcanzas a sospechar. :-)

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