miércoles, 18 de julio de 2007

El Ogro y la niña


Erase que se era, en un pequeño pueblo costero, una historia de dos.
Era un dia triste, muy triste. La niña lloraba desconsolada en la orilla de aquella pequeña playa. Un Ogro que por allí pasaba la vio y se compadeció. Con precaución , desde detrás de unas rocas, con voz dulce trató de consolarla.

La niña, que había perdido recientemente a su mejor amigo, dejó de llorar y poco a poco se fue recuperando. La historia transcurría así, la niña bajaba todas las tardes a la orilla de la playita, el Ogro la esperaba tras las rocas.
El nunca la dejaba acercarse demasiado para que no viera su fealdad, pero ella, cada vez más encariñada con él, a veces intentaba verlo. Esto hacia sentir al Ogro muy mal , pues apreciaba a la niña con un cariño sincero, sin embargo daba por echo que si cedía y permitía a la niña verlo, la amistad se rompería.
Muchas veces lo intentó la niña, incluso llegó a tachar a su amigo de orgulloso, de creerse mejor que ella y de no valorar su relación como lo hacia ella. El Ogro lloraba en silencio y un dia, cuando la niña ya estaba mejor, el Ogro se fue.
Dejó de ir tras las rocas para su encuentro con la niña. La niña al principio sintió que volvía a repetirse la historia del principio, y no entendía nada y es que esta no es una historia feliz y no tiene final feliz.

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