miércoles, 8 de agosto de 2007

Otro viaje hacia Itaca - por Susana Andrino


Hace poco creí encontrarme con Ulises … Se veía con tanta ilusión por emprender su viaje, que no quise hacer otra cosa que apoyarle y animarle.

Por nada del mundo hubiera cortado sus hermosas alas.Y, como Penélope, me quedé esperando desde el respeto y la admiración.

Detenido el tiempo, trenzando hilos de amor, ilusiones, esperanza ...Algunas noches, cuando el canto de las sirenas traía noticias suyas, el entramado resultaba hermoso, lleno de colorido.Pero otras, aquéllas otras carentes de luz de luna, sólo conseguía encontrar hilos del color del miedo ... En todas sus tonalidades y texturas … pero sólo miedo.

Cuando veía mi obra a la luz del día comprobaba que aquello no era lo que quería … y vuelta a destejer.La verdad, avanzaba poco … Y lo peor, ya sólo era capaz de pensar en cómo podría conseguir las mejores mezclas.

Desatendí todo lo demás … me desatendí a mí misma obsesionada con el desarrollo del tejido. Y así pasaron los días … y las noches._ “Mal … muy mal” _ me decía a mí misma, sin darme cuenta de que ésta que ahora habla, y que creyó ser Penélope, soporta mal la espera … y la incertidumbre.

Me ha llevado tiempo … y muchos metros de hilo, pero así fue como descubrí que también yo tengo un poco, o un mucho, de Ulises y, como él, necesito emprender con urgencia mi camino.

Por cierto, a Ulises no le gustó nada el tapiz y salió huyendo horrorizado … ¿O no era él?

Penélises } :-)

No hay comentarios: