jueves, 6 de noviembre de 2008

Regalando colores

Como es habitual en mi, salgo temprano de casa para ir a mi trabajo. Me gusta darme tiempo para detenerme a mirar libros si lo deseo o llegar antes de lo habitual, si así tambien lo deseo, en cualquier caso, salgo sin planear qué haré.

Hoy, cuando salí, el Sol lucía aunque una suave brisa fresca de Otoño hacía bailar los arboles del pequeño parque junto a mi urbanización. La primera sensación fué de fragilidad ... si, a veces uno se siente debil, menos sólido ... como trasparente y parece que al andar los pies tocaran el suelo más suavemente, como temiendo hacer ruido y así propiciar que el mundo le omita.

Cruzo calles, cruzo aceras y semaforos , a lo largo del camino percibo como me mezclo con los colores de las cosas, no sólo es el Sol que con su brillo me ilumina , es la Luz que las personas, los vehiculos, los perros, las casas ... reflejan y me envuelven e imagino como desde fuera, quizás alguien me vería como un huevo de pascua de miles y miles de colores brillantes y voy mirando y sintiendo unas inmensas ganas de regalar colores ... y sonriendo pienso : "a aquella chica le iría bien un naranja ... te lo regalo" o " uf, esa pared necesita una pasada de moradito palido y a ese señor le voy a regalar un azul cielo para que alegre esa carita de sueño" :-)

Y llego al trabajo lleno de colores y contento por haber pintado mi camino ... ahora voy a probarlo con mi jefe, a ver si le cambio la cara de "cancerbero" :-)

1 comentario:

a dijo...

La noche necesita pintarse de colores,
pues las sombras ocultan las figuras,
las nubes tapan la luna,
y el viento se lleva los aromas.

Pinta de colores el universo
que la tristeza es gris
y el llanto ahoga el silencio
donde los sueños se disuelven
en un mar sin fin.

Pinta de colores tu mundo,
tus calles, tus ojos, tus manos,
pinta de colores tus sonidos
para que nada toque el arco iris
que de tu corazón sale ahora