jueves, 16 de octubre de 2008

En manos del tiempo...

En manos del tiempo
dejo lo que fue un día mi esperanza;
en su tic tac apausado
dejo lo que un día fueron mis sueños;
en su paso implacable,
dejo lo que un día fue mi ilusión.

En manos del tiempo
confío mis anhelos
para que con ellos marque el sendero
que mis pasos seguirán.

Esperaré en mi refugio
a que las nubes grises se disipen,
a que la luna vuelva a mostrar su rostro brillante,
a que el sol, vuelva a calentar mi alma.

Congelados en el tiempo
quedan los proyectos pensados
que entre dos se harían paso a paso
marcados en el calendario.

Dejaré que el filo del tiempo
rompa el hielo del silencio
que cubre con su frío manto
el compáz de mi corazón.

Dejaré que las manos del tiempo
abracen mi alma adolorida,
acunen mis llamados vanos
y adormezcan mi tristeza.

Dejaré en manos del tiempo
caer mis lágrimas
que la incertidumbre causa
al formar una muralla
que no tengo como pasar.

Dejaré que sea el tiempo,
el que ilumine tu sendero,
para que no te deje caer en derroteros
donde tu alma se pierda
en un abismo eterno.

3 comentarios:

Pedro dijo...

Las manos del tiempo ... no hay más manos que las nuestras. Las manos de Dios son nuestras manos y con ellas se hace y deshace el Universo.

Gracias por el poema, muy hermosa poesía. :-)

a dijo...

El tiempo se encarga de sanar el alma, de traer la luz, y el sosiego... solo falta... poder conversar y así, aclarar lo que el tiempo también confundió.

a dijo...

Cómo entender cuando el alma es la que habla,
que sus palabras son fragmentos de sí misma?
son pedacitos que salen en forma de letras,
de lágrimas,
de susurros.

Cuando el alma habla
no hay mayor sensación que es el universo mismo,
el que escribe con las plumas del tiempo

Cuando el alma habla,
se va la vida en un suspiro,
en una frase,
en una caricia.

Y se rompe,
y se recompone,
y llora,
y ríe,
y vuelve a llorar,
pero siempre,
vuelve a empezar.