lunes, 22 de octubre de 2007

De a pocos


Esforzándote llevas tus fuerzas al limite.
Y un dia, quizás viendo tv, quizas leyendo una revista, o tan solo conversando con un amigo... la gota rebosa y como una goma elástica, te ves arrastrado a la más negra oscuridad.

De pronto todo deseo por luchar, por ascender queda relegado al olvido, tan solo quieres desaparecer, tan solo quieres descansar.

Que todo termine, que termine la lucha, la tensión, el dolor ...
El siguiente texto no es mío pero describe este momento muy claramente :

"Me llora el alma y el centro de mi cuerpo se electriza y vuela en pedazos
Me llora el alma y está aullando

El agua llegó de pronto, invadió el pueblo entero, la casa entera
la noche era toda pavor y barro
El agua lo arrollaba todo con la fuerza de un mundo desatado

Yo intentaba agarrarme a la vida con todo mi ser
La fuerza de la inundación era mucho más poderosa que la de mis manos pequeñas.
Yo gritaba ¡Mamá ven a por mí! ¡Mamá ven a por mí!

Yo llamaba a mi madre, llamaba a mi madre,
Ella salió con el pequeño en brazos a pedir ayuda
Yo salí detrás
No pude llegar muy lejos
Mamá ven a por mí
Llamaba a mi madre para que me salvara
Llamaba a mi madre para sobrevivir
La llamaba a gritos

Pero mi madre no vino
Yo gritaba, pero ella no vino, ¡no vino!
No pudo venir

Yo ya no conseguí aguantar más
Me hundí en el agua, el barro me tragó
Y morí

Y ahora lo recuerdo con angustia y arcadas
Con un puño cerrado en el alma
Con un estallido de metal derretido en el estómago,
Con una constelación de relámpagos en todos los nervios
El miedo de la muerte inminente
De la total oscuridad encenagada
El desamparo absoluto

Y ahora soy la niña que se ahogó en la noche más negra
Y soy la madre que no pudo llegar
Y soy el llanto, el grito, el pánico y la impotencia desgarrada
Y soy el azote del agua enloquecida, hinchada, crecida, desbordada, desmesurada hasta romper todos los muros, todas las minúsculas medidas humanas, todas las corduras

Soy una fuerza ciega, sorda
Soy la naturaleza salvaje sin misericordia soy lo que no tiene más leyes que las suyas
soy el destino soy lo que arrastra soy lo que arrebata soy lo que destruye

Y soy lo que pasa y se hunde y se embebe en la tierra y se pierde en el mar y se agota y desaparece

Soy la muerte
"

1 comentario:

Zoi Del Mundo dijo...

Para momentos desesperados....,
Ya sabes que este es uno de mis poemas preferidos.. ¡¡cuantas veces lo habre leido¡¡


Ten esperanza, Vicente Aleixandre





¿Lo comprendes ? Lo has comprendido.
¿Lo repites ? Y lo vuelves a repetir.
Siéntate. No mires hacia atrás.¡Adelante !
Adelante. Levántate. Un poco más. Es la vida.
Es el camino. ¿Que llevas la frente cubierta de sudores, con espinas, con polvo, con amargura, sin amor, sin mañana ?...
Sigue, sigue subiendo. Falta poco. Oh, qué joven eres.
Qué joven, qué jovencísimo, qué recién nacido. Qué ignorante.
Entre tus pelos grises caídos sobre la frente brillan tus claros ojos azules,
tus vividos, tus lentos ojos puros, allí quedados bajo algún velo.
Oh, no vaciles y álzate. Álzate todavía. ¿Qué quieres ?
Coge tu palo de fresno blanco y apóyate. Un brazo a tu lado quisieras. Míralo.
Míralo, ¿No lo sientes ? Allí, súbitamente, está quieto. Es un bulto silente.
Apenas si el color de su túnica lo denuncia. Y en tu oído una palabra no pronunciada.
Una palabra sin música, aunque tú la estés escuchando.
Una palabra con viento, con brisa fresca. La que mueve tus vestidos gastados.
La que suavemente orea tu frente. La que seca tu rostro,
la que enjuga el rastro de aquellas lágrimas.
La que atusa, apenas roza tu cabello gris ahora en la inmediación de la noche.
Cógete a ese brazo blanco. A ese que apenas conoces, pero que reconoces.
Yérguete y mira la raya azul del increíble crepúsculo,
la raya de la esperanza en el límite de la tierra.
Y con grandes pasos seguros, enderézate, y allí apoyado, confiado, solo, échate a andar...

Vicente Aleixandre Poeta español (1898 Sevilla – 1984 Madrid ) Premio Nobel de Literatura 1977